El 19 de diciembre el Congreso de Nuevo León aprobó en primera vuelta la reforma constitucional que sienta las bases para la creación del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA). Si bien la Coalición Anticorrupción reconoce un avance entre la propuesta inicial de los diputados y el dictamen que se votó ayer, de ninguna manera compartimos el entusiasmo de los legisladores de que se haya sentado un precedente nacional.
Los intereses políticos se volvieron a imponer sobre la voluntad de la ciudadanía.
Pese al compromiso público hecho por los diputados de discutir el dictamen de la reforma en una segunda mesa pública con los ciudadanos, antes de pasarlo al Pleno, se legisló de la manera tradicional entre los partidos y se acordó un dictamen que el mismo día fue sometido a votación de todos los legisladores.
A pesar de un intenso trabajo de organizaciones y personas que de buena fe y con el ánimo de terminar con la impunidad y corrupción en Nuevo León colaboraron con su tiempo y esfuerzo de manera voluntaria, los diputados sólo hicieron caso en forma parcial a las propuestas ciudadanas, soslayando aquellas que tenían el mayor impacto y una posibilidad real de cambio.
Nuestra postura sobre la reforma constitucional en primera vuelta que crea el Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) difiere de la de los diputados por las siguientes razones:
Lo que esperamos se reconsidere y se discuta en el próximo mes de enero, antes de la segunda vuelta, son los siguientes puntos:
Una participación real y transparente de la ciudadanía, expresamente definida, dentro de los procesos de selección de los puestos claves del SEA.
No obstante, la Coalición Anticorrupción mantiene la esperanza de que antes de que sea votada la reforma constitucional en segunda vuelta se realicen las mesas de discusión pública prometidas y que los congresistas se den la oportunidad de una discusión técnica y fundamentada sobre los puntos antes mencionados.
Este comunicado no pretende desconocer el trabajo realizado por algunos diputados ni los avances alcanzados en esta primera vuelta. Sin embargo, si queremos verdaderamente hacer historia debemos romper paradigmas para convertirnos en referente.